El reciclaje es un proceso que tiene una importancia crucial hoy en día, pues en gran medida de él depende la preservación del planeta en el que habitamos. En este artículo encontrarás útiles consejos para que recicles de manera correcta si te encuentras en España, tomando en cuenta que no en todos los países la legislación es la misma.
El planeta cada día que pasa necesita de nuestra conciencia. Actualmente, el efecto de las acciones humanas y los hábitos de consumo del hombre resultan perjudiciales para el ecosistema, causando el desgaste desproporcionado de los recursos naturales, la ruina de muchos bosques, el deterioro de la capa de ozono, la sequía, la contaminación del aire y muchos otros males.
Por suerte, el reciclaje representa uno de los mecanismos que tenemos para contrarrestar el daño causado y lo mejor es que es un proceso con el que todos podemos contribuir desde nuestros hogares, si ajustamos ciertos hábitos.
En España
En el caso de España, el Ayuntamiento de cada localidad es el responsable de la recogida de los desechos, que posteriormente son llevados a las plantas de reciclaje para concretar este proceso de manera efectiva.
En este país se hacen esfuerzos constantes por erradicar la cultura de “usar y tirar”. Según datos de Ecoembes del 2018, 37 millones de españoles afirmaron estar a favor del reciclaje y la reutilización y aseguraron que separaron sus desechos para colaborar con este proceso.
El resultado es que gracias a este nivel de compromiso fue posible el ahorro de 1,6 millones de toneladas de CO2, 2,3 millones de m3 de agua y de 1,45 toneladas de materias primas en ese año.
No obstante, el esfuerzo debe multiplicarse y la responsabilidad con el medioambiente debe ser aún más estable. Así que a continuación te dejamos unos cuantos consejos para que tú también recicles de forma correcta si estás en España, y no cometas los errores frecuentes que estropean este proceso.
Deja tus desechos en el contenedor correspondiente:
En España existen varios contenedores de diferentes colores para depositar los desechos de acuerdo a sus materiales. Por ello es importante que separes tus residuos y los deposites en el iglú que corresponde.
Amarillo: envases de plástico, metal y bricks
Azul: papel y cajas de cartón
Verde: vidrio
Marrón: residuos orgánicos
Gris: restos que no pertenezcan a un sistema específico de recogida.
Prepara los envases antes de tirarlos:
Para hacer que el proceso de reciclaje sea más fácil y rápido, limpia los envases y retírales las etiquetas de papel y las tapas de plástico o corcho.
Haz uso de los puntos limpios:
Además de los contenedores, en España existen zonas específicas llamadas “Puntos limpios”, destinadas al acopio de aquellos desechos especiales por el material del cual están hechos, su tamaño o por el nivel de peligrosidad.
Por ejemplo: equipos electrónicos y electrodomésticos, CD’s, escombros, muebles viejos, aceite, baterías, bombillas, ropa y calzado para desechar, objetos de metal que no sean envases, aerosoles, entre otros.
Ten claro cuando un material no califica para un contenedor:
Algunos desechos –a pesar de ser de un material propio de un contenedor- quedan descalificados al estar mezclados con otros materiales o aditivos. Tal es el caso de las servilletas o las bandejas de cartón que, una vez sucias de restos de comida o grasa, ya no pueden ser tiradas en el contenedor azul.
También se da este caso con el cristal, que tiene una composición distinta a la del vidrio, así que las vajillas, los espejos y los platos rotos van a los puntos limpios y no al contenedor verde.
Conociendo estas excepciones podrás cumplir con la forma correcta de reciclar, al menos en España.
Fuente de la imagen: Mundoplast